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No es posible que una fuente de trabajo considerada como "ilegal" acabe con el ingreso familiar
Amanecerá y veremos si el próximo Jueves 21-Ago-2008, realmente se inicia la venta formal de gasolina exportada por Venezuela y con destino al Departamento Norte de Santander, región nororiental de la hermana República de Colombia.
Aunque es mucho el optimismo por la llegada de gasolina exportada a Cúcuta y su entorno, producto del acuerdo entre Venezuela y Colombia, NOTISAN prevé que los famosos "pimpineros", como así se conoce a los venderos informales que por calles, avenidas y autopistas de la geografía nortesantandereana, en su mayoría organizados en cooperativas con el visto bueno del gobierno colombiano, venden a precios más bajos que los que tienen en las estaciones de servicio colombianas "Bombas de Gasolina", no desparecerán; porque aún, con los muchos controles, el contrabando seguirá su actuar, con la presunta elasticidad de las autoridades venezolanas, y aún colombianas, que también se lucran de esta actividad llamada contrabando, que no lo es, porque al llegar a Colombia, se permite a la vista de todos la venta informal por los "pimpineros", y entonces, un llamado contrabando de extracción, así considerado en Venezuela, llega a un país hermano, y se torna legal su venta. Se convierte en un "contrabando de subsistencia".
Por lo tanto, la tipicidad de la conducta antijurídica del delito de contrabando de extracción en Venezuela y la de ingreso a Colombia, se anula, porque aquí lo que se da y se aplica sin querer es la teoría de la antijuridicidad material y formal.
En conclusión, ¿quién tiene la culpa, la juridicidad o la antijuridicidad?
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